Sunday, March 12, 2006

La Matanza de Rafelguaraf

Dispuestos a iniciar la conversión de la segunda mitad del cerdo en embutido, con jamones y todo. El dueño de la propiedad, que colaboró fisicamente en todo momento, a la izquierda de la foto. Los que sepan quien es notarán un aire de familia bastante acentuado con sus relativos. Me suena haber visto muchas fotos con este mismo tema a lo largo de los años, y mucho mejor hechas que la mía. Esta por supuesto está dedicada a Mariesaddie, con lo esperanza de evitarle traumas futuros ¿Tuvo ella alguna experiencia parecida que le marcó en la infancia? De ser así, JL, que sujeta la cabeza, no es consciente de lo que está haciendo ni de en qué puede quedar transformada esa encantadora niña cuando crezca.
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Pues eso, otro fin de semana agotador, esta vez por suerte con invitación, solo hubo que pagar la gasolina, pero el excesivo viento hizo que ni Amparito, ni Ramonet, ni yo mismo pudieramos disfrutar del descapoteibol mas que en Valencia City, por carretera nos habríamos volado.
Acudimos a La Matanza del Cerdo en Rafelguaraf por invitación del dueño de la finca a través de Ramonet. No estuvo nada mal, hacía 12 años que yo no acudía a ninguna, desde que fui con El Anestesista Pederasta a Motilleja, Albacete. Tuvimos la impresión de que era un pueblo abandonado por los humanos, habitado por vampiros, y que las víctimas del sacrificio ibamos a ser nosotros dos. Pero ahora ya no dejan matar y comerse el cerdo en el mismo día, así que lo habían matado el día de antes. Pena.
Nos reunimos unas sesenta personas, y comimos ligerito, tal que encurtidos, mojama, caracoles (los que puedan con ellos) y otros entrantes variados, seguidos de visceras asadas, costillar, algo de carne cruda indefinida que te metian en la boca a broma y por sorpresa, migas de pastor, gachas, para concluir con arros en fesols i naps, y con fresones con nata de postre, con café y copas variadas, con puro para los que los hubieramos traído de casa. Seguimos bebiendo toda la tarde, yo poco pues conducía, y a las 9 de la noche D. (que para eso tiene un restaurante) nos obsequió con la realización de una paella de cerdo, con mucha salchicha y mucha alcachofa, pero poco arróz. Aunque muy sabrosa, resultó excesivamente pesada con tanto cerdo. A los postres hubo batalla campal con merengue casero, también realizado por D., que según nos contaron es tradición en tal casa. Pero dado que estoy empezando a usar mi nueva personalidad, conseguí calmar un poco las cosas y no ser alcanzado por el merengue (a media tarde también había evitado el lanzamiento de una ristra de salchichas crudas, recien hechas). Despues, de vuelta a Valencia y a la cama, reventado de dos fines de semana seguidos sin parar.
Por cierto, visto que he acumulado ya unas cuantas entradas, he decidido remitir la dirección de este blog a unos pocos amigos íntimos aunque no a todos, a ver que pasa a partir de ahora en este mismo "site"

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3 Comments:

At 4:02:00 AM, Blogger 10050 Cielo Drive said...

pues recuerdo ir a la carnicería y ver los cerdos colgados...ahora eso ya no pasa
de todas formas odio ver los conejos en la sección "conejo" del mercabrona. tb recuerdo ver mataderos, alguien en mi familia tenía uno

 
At 11:04:00 AM, Blogger Henry Plus said...

Eso me recuerda las geniales inversiones de mi Tio A, que en paz descanse. Primero puso una granja de conejos un año que coincidió con ser el primero de la mixomatosis en España, y murieron todos (los conejos). La siguiente puso una granja de patos con mi Tio JF, y murieron la mitad, justamente la mitad de la que era propietario mi Tio A, pero justamente de la mitad mi Tio JF no murió ninguno. Vamos, unos genios haciendo negocios en mi family.

 
At 6:52:00 AM, Blogger 10050 Cielo Drive said...

eso es porke los plantaba demasiado profundos o que los regaba demasiado...

 

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