Monday, June 08, 2009

David Carradine Kung Fu Caine


Realmente tenía un rostro peculiar, casi tanto como el de su padre. Incluso podía medianamente pasar por chino, desde luego mucho más de lo que podía pasar Marlon Brando como okinawakés en "La Casa de Te de la Luna de Agosto".


La estética de la serie era mucho más manierista que lo recordamos, pero no tuvimos la desgracia de verlo en color en España.


Lo que realmente recordamos, un pasado más abstracto y estilizado, en blanco y negro.Un poco al modo de las estatuas de la antigüedad clásica, hoy por hoy apreciamos mejor sus formas puras monocromas, y siempre se nos olvida que en origen eran de una policromía escandalosa y probablemente hiriente a la vista.


Esta escena fue para muchos de nosotros nuestro primer contacto con los tatuajes con hierros al rojo. Muchos ni recordarán el detalle, por fantástico y por olvido por represión asociado a un recuerdo doloroso.

Creo que es obligado este recuerdo para alguien que no fue un actor excepcional,pero tampoco fue del montón, fue más excepcional por sus propias vivencias derivadas de sus interpretaciones que por estas últimas, por como sus papeles conformaron su vida, por como en el papel de su vida la realidad se confundió literal y literariamente con la ficción, y como así se marcó a una generación, y a una parte de la cultura occidental revitalizando los intercambios interculturales Este-Oeste, pero no es momento de entrar en profundidades sobre los prestamos Oriente-Occidente.
Pues si, somos una generación marcada por Kung-Fu, a pesar de que a mi no me gustasen especialmente las artes marciales.
Y muchos años después, va y uno descubre que no todo era mentira y ficción, que la mentira la ostentaban los que afirmaban que toda ficción es engaño, y resulta que los monjes Shaolín y su monasterio existen realmente, y con China abierta al turismo hasta se puede visitar. Si no, siempre hay una "troupe" de monjes Shaolín de gira permanente por el mundo y nos podemos conformar con asistir a su espectáculo, o más bien debe de haber varias "troupes", como en el "Cirque du Soleil", me temo.
Y uno también descubrió el placer de andar descalzo a través de Kung Fu.
Y un compañero mío de mi extraño doctorado, vueltas que da la vida, tiene también dos tatuajes con hierros al rojo en los antebrazos desde hace dos o tres años, cansado ya de los vulgares tatuajes de tinta, no se si a causa de Kung Fu. Y de ahí al sadomasoquismo y a otras prácticas sexuales excepcionales, por supuesto solo había un paso.
Es obligado recordar también que Kung Fu Caine esquivaba balas moviendo el cuerpo, con agilidad y habilidad, muchos años antes de que nos invadiese la vulgaridad de la basura Matrix y Jean Baudrillard.
Sin duda heroíca y brillante la muerte de Saint-Ex en su sofisticado Lightning de reconocimiento, que comentaba el otro día el creador del Paloblog (solo poco menos que rogando los americanos permitieron que un piloto "tan mayor" como Saint-Ex pilotase un pura sangre como aquel Lighting).
Pero me temo que la muerte de David, con el paso de los años, sea todavía más mítica que la de Saint-Ex y la de tantos otros, y casi de forma instantanea. De entrada es aparentemente mas innatural y extraña para el gran público, no acostumbrado a prácticas sexuales no convencionales. Su familia en las noticias de hoy parece empeñada en negar la evidencia, y afirma a través de su abogado en el show de Larry King disparates del estilo de "estaba investigando triádas y sectas peligrosas, y han decidido matarlo ejemplarmente antes de que contase la verdad y los descubriese". Me recuerda aquel documental del Canal de Historia donde un típico profesor universitario que no había visto el mundo real en su vida, como la inmensa mayoría de ellos, mostraba una vez más su ignorancia sobre la naturaleza humana y sus debilidades, tratando de demostrar que la muerte del gran Edgar Allan Poe se debió a que "sus enemigos políticos lo secuestraron y lo obligaron a beber hasta la muerte". Es lo malo que tiene ser abstemio, y si además no fumas y eres profesor universitario, más te vale pasar de la vida para dejar de fastidiar al resto del mundo.
Yo prefiero conservar el recuerdo de David Carradine como el de un tipo que supo vivir, disfrutar y hacernos disfrutar a los demás, caer a lo mas hondo y volver a subir a lo más alto.
Y arriesgarse hasta el final, hasta asumir el riesgo de morir como le dió la gana.
En cualquier caso, mejor recordarlo como "Pequeño Saltamontes", que no como "David Dos Cuerdas".
Un sitio a visitar: http://www.kungfu-guide.com/
Otro detalle, por si alguien quiere volver a la escuela: http://www.shaolinskungfu.com/school.html

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