Valor y Asco en Valencia

No recuerdo en este momento si era a Pershing al que se le atribuía erroneamente la acción de desmoralizar a los guerrilleros musulmanes filipinos mediante el procedimiento de amenazarlos con hacerlos enterrar envueltos en piel de cerdo, con el fin de evitar así que llegaran a su paraíso islámico.
En cualquier caso, hay personas que me excitan la imaginación y me hacen sacar lo mejor de mi mismo, como es el caso de Mariesaddie.
Visto que no estaba dispuesta a venir a mi casa a probar el Botillo Berciano pues dice que no come mas cerdo que el convertido en jamón, y menos si hay otro cerdo demasiado vivo demasiado cerca, y aprovechando que asistimos a una conferencia imposible en una especie de asilo de ancianos cabreados y dotados de un candor infantil sobre ciertos temas políticos, completamente desconectados de la percepción que sobre esos asuntos tiene el resto de la sociedad, en concreto sobre la LO 5/05, hice un esfuerzo en sentido contrario. Mediante un alarde de imaginación y un sencillo ardid conseguí que el Botillo Berciano, envuelto en plástico y papel de plata y oculto entre los bocetos del logo de nuestro centro de conspiraciones, nos acompañara a la cena.
Y aún así Mariesaddie lo rechazó, con tanto amor como había puesto yo en mi espléndido y dificultoso de obtener regalo.
En todo caso he tenido la delicadeza de abstenerme de ofreceros la foto de su rostro en descomposición ante la visión de tanta exquisitez depositada sobre la mesa de la cena. Con la expresividad de sus manos afiladas creo que basta.
Visto el poco uso que le dió, se nos ocurrió darle algún otro, tal como que se lo mandase por correo a algún amante fracasado suyo como falsa muestra de aprecio.
¿Qué mejor muestra de aprecio que mandarle a un amante fracasado una muestra adobada de las propias vísceras de uno? (aunque sean falsas).
Eso me recuerda a Aradhana (la que estudió ópera para ser cantante after-punk antes de transformarse en hinduista, y que desde hace años es Jurista Criminólogo de Prisiones) cuando hace 20 años o así amenazaba con recortarse un pezón para remitirselo por correo certificado a uno de aquellos amores imposibles que tuvo con hombres muy inadecuados, pero eso es otra historia, ya realmente es como si fuera una historia de otro Universo.